Deportes De La Argentina!

TODOS LOS ESPANTOS DEL FIN DE SEMANA ESTAN IMPUNES Y SIN PISTAS
Por ahora, la única certeza es que la violencia es imparable
Nadie sabe quién mató a Emanuel Alvarez. Y la batalla de Boca ya no tiene detenidos.



A Emanuel Alvarez, hincha de Vélez, 21 años, lo mataron de un balazo en plena Ciudad de Buenos Aires y nadie sabe quién apretó el gatillo. Nadie significa que las autoridades nacionales y policiales no lo saben y que, a lo sumo, alcanzan a expresar lo que dice el ministro de Justicia, Aníbal Fernández: "Fue un caso aislado". Nadie significa, también, que los dirigentes del fútbol, cuya relación con las barras bravas es hace años más que un secreto a voces, afirman en público y, a la vez, confidencian en voz baja que no tienen la menor idea de quién fue el autor del crimen. Nadie significa, inclusive, que las propias barras bravas, convertidas a esta altura de su larga historia en una suma de grupos que se comunican fluidamente (ver página 47) también confiesan que, pese a manejar más datos que cualquiera sobre la construcción de la violencia en torno del fútbol, tampoco saben nada. Nadie, según parece, sabe nada. Salvo una cosa en la que coinciden separadamente las voces del poder, del fútbol y de las barras: la violencia en el fútbol es imparable.

Imparable porque no sólo el asesinato de Emanuel Alvarez en el camino al partido que debían jugar su equipo y San Lorenzo persiste impune, más allá de que el fiscal Marcelo retes trabaja en varias hipótesis, o porque permanece igualmente impune la puñalada con la que fue acuchillada en Santa Fe la hija de un barra brava de Colón. Es imparable porque en el otro gran foco de violencia en el fútbol que dominó el fin de semana tampoco hay mucho más que impunidad: la batalla de la Bombonerita, una feroz disputa interna de la barra brava de Boca, no tiene un solo detenido un día después de haber ocurrido y espantado y la única certeza que murmuran dirigentes de todos los niveles y barras de todos los niveles es que este capítulo de la historia recién comienza.

Funcionarios, dirigentes, jugadores e hinchas interrogados por Clarín en las últimas horas no sólo coincidieron en la impresión evidente de que el fútbol está entrampado en una red de violencias. Además, estuvieron de acuerdo en que el escenario es el mismo que en todos los horrores de las últimas dos décadas: declaraciones de ocasión para decir que "esto no puede seguir así" y sensación de que todo quedará igual. También por eso la violencia en el fútbol parece imparable.

Ultimo detalle: el sábado se especuló con que, tras el fin de semana, desde algún lugar de poder se insistiría en parar el fútbol como reacción ante la barbarie. Fuentes del Gobierno y de la AFA aseguraron a este diario que esa posibilidad ni se considera. El secretario ejecutivo de la AFA, José Luis Meiszner, expresó que hacerlo sería una "rendición". Se ve que la violencia no para, pero el fútbol, igual, sigue.

Perdon por la expresion , pero el futbol se esta convirtiendo en una Mierda con todas las letras , no se puede seguir esto con tanta violencia es una lastima ya , muchos muertos , heridos y detenidos :S