Todo el dolorSeis jugadores, el DT y todos los dirigentes de Vélez acompañaron a la familia Alvarez.
Dos preguntas se escuchaban permanentemente durante la despedida final a Emanuel Ezequiel Alvarez, el hincha de 21 asesinado de un balazo mientras se dirigía desde Vélez hacia la cancha de San Lorenzo en uno de los cuarenta micros fletados por el club de Liniers. "¿Por qué?" y "¿Quién?" eran los interrogantes, y no había respuestas lógicas, comprensibles o certeras. Imposible encontrar una contestación racional.
Alrededor de 300 personas, entre familiares y amigos de Emanuel mezclados con futbolistas, directivos, socios y allegados a Vélez concurrieron ayer, al mediodía, al responso ofrecido en la Iglesia Nueva Apostólica, ubicada en la avenida Jorge Newbery al 4.800. Instantes después, el ataúd con el cuerpo de Alvarez fue trasladado a un nicho del cementerio de la Chacarita. Por pedido de los padres, Hugo y Graciela, evangélicos practicantes, de esta manera se despidió a su hijo. El dolor y la pesadumbre dominaban la escena. El golpe fue muy duro. Tan duro como incomprensible, ya que Emanuel -que estudió en el Colegio San José y trabajaba en un autoservicio- era una persona muy querida y su único vicio era su pasión fortinera. Iba a todas las canchas, junto a su grupo de amigos del barrio de Liniers y se ubicaba a un costado de la tribuna. Nunca tuvo un problema.
Entre los presentes estuvieron el director técnico Hugo Tocalli, el preparador físico Jorge Fleitas y los futbolistas Maximiliano Bustos, Mariano Uglessich, Sebastián Peratta, Sergio Sena, Hernán Pellerano y Damián Escudero, entre otros. El técnico y los jugadores prefirieron no hablar con la prensa. También Bernardo Becker, gerente de fútbol profesional.
"Estuve con Emanuel el jueves y me mostraba la entrada que acababa de comprar, como si tuviera la llave de una Ferrari. Tenía muchas ganas e ilusión de ir a ese partido. Era un pibe buenísimo", decía Mariano Rao, periodista partidario velezano. Y además anunció que lanzará una propuesta en su audición (El Fortín de Vélez) para que al próximo partido de visitante, ante Estudiantes en La Plata dentro de dos fechas, no concurra ningún hincha de Vélez como una muestra de repudio al asesinato.
Los directivos de Vélez, con Julio Baldomar Dianti y Carlos Maceira a la cabeza, estuvieron en todo momento apoyando y conteniendo a los padres de Emanuel. El sábado salieron del estadio de San Lorenzo con rumbo directo al Hospital Piñero, donde había sido trasladado el hincha fallecido, y también los acompañaron el domingo en los trámites judiciales y en la Morgue. Inclusive les ofrecieron hacerse cargo del sepelio y del asesoramiento legal. Baldomar y Maceira también estuvieron ayer en el responso y el entierro. "No veo que haya mucha decisión política de resolver este caso. De todos modos conozco bien al fiscal, Marcelo Retes, y no tengo dudas de su honestidad y capacidad. Estamos destrozados por lo que pasó y esperamos que se haga justicia", señaló Baldomar, que es abogado penalista. Por su parte Maceira resaltó "la entereza del padre de Emanuel para aceptar esta tragedia. Desde Vélez continaremos brindándole todo nuestro apoyo a la familia".
Otros dirigentes presentes fueron el vicepresidente Adolfo Chutchurru, Guillermo Pizzoglio, Gustavo Lucente, entre otros, además de los ex presidentes Raúl Gámez y Antonio Pérez. También estuvieron miembros de distintos Departamentos del club, como Beba San Felix (Relaciones Públicas), Marcelo Cilota (Socios), Carlos Figueroa (Prensa) y Pablo Sureda (Fútbol Amateur). Vale recordar que el presidente Alvaro Balestrini y otros directivos de peso como Fermando Raffaini y Miguel Calello están en el exterior por cuestiones relacionadas con Vélez.
La ceremonia fue silenciosa y todos acataron el respeto. Desde la vereda de enfrente, los medios de prensa acataron el pedido de la familia y cumplieron su labor a la distancia.
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